Esta semana el jefe de la casa será Big Brother

La falta de limpieza y la actitud de los inquilinos generó que Big Brother decidiera que esta semana él será el jefe de la casa.

Por lo que respecta a la prueba semanal del presupuesto, ésta consistió en poner a prueba el trabajo en equipo, olvidar el egoísmo y sacrificarse por el bien común. Temerosos de lo que podría suceder, los habitantes sólo apostaron el 50 por ciento del presupuesto.

Cada habitante debía estar dispuesto a sacrificar algo importante con tal de obtener puntos para superar la prueba, lo único que debían hacer era tomar una decisión ante cada petición de Big Brother. Cada sacrificio valía 100 puntos y la meta era llegar a una cantidad que estaba anotada en un sobre cerrado, pero ese número sólo se revelaría cuando la prueba terminara.

Tenían la oportunidad de negarse a algún sacrificio, pero debían tener presente que podrían alejarse de los puntos que necesitaban para superar la prueba. Se realizaron cuatro rondas y en cada una Big Brother les preguntó si sacrificarían algo. Si la petición de Big Brother era un objeto, debían depositarlo en una caja de resguardo.

En caso de ganar la prueba del presupuesto, cada compromiso hecho duraría hasta que Big Brother lo revoque. Si alguien decide romper su sacrificio, perderán la comida, en tal caso, Big Brother les planteará nuevos retos para ganarse los alimentos.

Chile sacrificó la playera de su sobrino y aceptó no comer otra cosa que no fueran galletas hasta que Big Brother lo indique; además, no tomó la llamada de su hermano y no beberá alcohol.

Shira renunció a todas sus gorras, sus botas vaqueras, a la chamarra Tamaulipeca y a la llamada con su mamá; mientras que Paco llevó al contenedor todas sus gorras, gorros y chalecos; además, se quitó el bigote, se bañará con agua fría y dejó pasar la llamada con su hermana.


Por su parte, Rudo no podrá comer atún; dejó sus collares y dijes en resguardo; debe estar con camisa, aún a la hora del baño; y rechazó la llamada con su papá. En tanto que Danielle se quedó con dos calzones, el resto se fue al contenedor; guardó su micrófono y no tomó la llamada de su hermana, pero no pudo renunciar a las muestras de afecto hacia Sargento.

Asimismo, Ana no verá las fotos de Pacheco; renunció a su maquillaje; sacrificó los 15 mil de la nominación y no tomó la llamada de su papá. Por lo que respecta a Germán, no podrá fumar; fue tentado con la carta de su papá y no aceptó; los 15 mil pesos que ganó en la nominación los sacrificó y se quedó con las ganas de hablar con sus hermanos.

Respecto a Sargento, éste renunció a toda su ropa exterior, pero aceptó dejar el alcohol; aunque sí accedió a estar sin Danielle y no recibió la llamada de una amiga. Christopher se dejó cortar el copete; dejó en el contenedor su gorra y rechazó la llamada de una amiga; pero no estuvo dispuesto a sacrificar los 15 mil que ganó en la nominación.

Tocó el turno de Andrew y éste depositó sus bandas para la cabeza; sus tenis y accedió a cortarse el bigote como Charles Chaplin; además, no recibió la llamada de su mamá y abuelita. Finalmente, Rossana dejó sus productos para cuidarse el cabello; todos sus bikinis y sus octágonos; y aunque no fue fácil para ella dejar pasar la llamada de un querido amigo, aceptó el sacrificio.

Los habitantes perdieron cuatro vidas y obtuvieron 4 mil puntos. Cuando abrieron el sobre se dieron cuenta de que necesitaban 2 mil 800 puntos por lo que la prueba de presupuesto semanal fue superada.

Este miércoles El Relato de Big Brother será transmitido, por única ocasión, a las 7:15 de la noche.







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